Tras las siluetas rectilíneas de los pinos marítimos se esconde un mundo de sorpresas: pueblecitos, ríos y riachuelos, fuentes milagrosas, grandes espacios, parques y ecomuseos, obras de arte y, sobre todo, un entorno natural único de casi un millón de hectáreas.

El entorno ideal para disfrutar de unas vacaciones tranquilas, para desconectar y cuidarse. El bosque landés es además un lugar fantástico para unas vacaciones al aire libre, con kilómetros de sendas y carril bici a la sombra de los pinos, con ríos y riachuelos que discurren por el bosque y con playas de arena fina y aguas claras para surcar en kayak.

Descubre este mundo aparte y sus habitantes gracias a sitios como el Ecomuseo de Marquèze (Sabres), Graine de forêt (Garein), el Museo de la Forja (Brocas) o los circuitos de las fuentes y manantiales milagrosos que abundan en la región.