Te damos la bienvenida a Seignanx, última comarca de las Landas antes del País Vasco francés, donde abundan los pinos y las frondosas. Seignanx vive durante todo el año al ritmo de esta naturaleza tan generosa como frágil, surcada por caminos y sendas que pueden recorrerse a pie, en bicicleta o a caballo pero sobre todo sin prisas. En la tranquila playa de Ondres, hay sitio para todo el mundo, así como una escuela de surf, un centro equino, y la justa cantidad de cafeterías, restaurantes y tiendas. Y, en los alrededores, una infinidad de instalaciones para la familia: zonas de juegos, minigolf, skate park, salas de squash y pelota vasca, lagos para los amantes de la pesca y de los paseos, dos mercados semanales en temporada alta y una gran ambientación, incluyendo fiestas tradicionales, banquetes populares y citas culturales. Una tierra sencilla y acogedora, en la que es inevitable sentirse como en casa.