En las Landas abundan los parajes excepcionales, y algunos son realmente sorprendentes, ya sea por su historia o su ubicación. Abróchense los cinturones, emprendemos rumbo al océano Atlántico para visitar los 10 lugares imprescindibles de la costa landesa.
#1- Estacada de Capbreton
El número 1 de la lista: la Estacada de Capbreton. Este emblema de la Costa Sur, construido por orden de Napoleón III en 1858, se adentra 180 metros en el mar. El enclave perfecto para empaparse de la energía del mar.

#2- La Corriente de Huchet
Conocida como la “pequeña Amazonas de las Landas” y considerada la pepita de oro del litoral landés, la Corriente de Huchet sigue siendo un lugar salvaje y resguardado. Se puede visitar haciendo senderismo desde el Lago de Léon, o en barco con un grupo reducido y de la mano de uno de los muchos barqueros de la zona.

#3- Faro de Contis
Paseando por Saint-Julien-en-Born (Contis), es imposible no fijarse en el único faro de las Landas. Para disfrutar de sus panorámicas, tendrás que subir 183 peldaños hasta alcanzar 38 metros de altura. Una vez arriba, te esperan unas espectaculares vistas de 360° al océano Atlántico y el bosque de las Landas.

#4- La marisma de Orx
La Marisma de Orx, declarada Reserva Natural Nacional, es uno de los últimos grandes humedales protegidos de la costa de Aquitania. Más de 250 especies de aves habitan este entorno, que solo puede visitarse a pie, a lo largo de un sendero salpicado de observatorios con salida de la Maison du Marais, un centro expositivo e informativo.
Durante todo el año se organizan actividades dirigidas al público general con el objetivo de dar a conocer esta reserva natural.

#5- Lago de Hossegor
Conectado con el Atlántico por un canal, el Lago de Hossegor es una visita obligada de la Costa Sur. Si quieres dar la vuelta al lago, tendrás que hacerlo andando: un recorrido de 7,4 km sembrado de bonitas villas vasco-landesas o cabañas ostrícolas, en las que podrás probar las ostras del lago con una copa de vino blanco.

#7- Capilla de Sainte-Thérèse
Su blanco inmaculado en medio de la duna no deja indiferente a nadie. Perdida entre la arena y el mar, la pequeña capilla de Sainte-Thérèse es un monumento inseparable de la historia de Labenne. Está alejada de la playa principal, por lo que hay que caminar un poco para llegar hasta ella. También se puede ir en bicicleta o en coche. Dos caminos de arena conducen a la capilla.
La capilla no está abierta al público salvo en ocasiones puntuales, pero puede verse desde el exterior.

#8- El pontón de Azur
El Ponton d’Azur, en el lago de Soustons, es un remanso de paz. El pontón culmina en una plataforma con un árbol, un banco y una magnífica vista despejada del lago. El lugar perfecto para olvidarse del mundo por unos instantes. Corre, ¡visítalo antes de que llegue la gente!

#9- Playa de Navarrosse
Si sueñas con el trópico bajo los pinos de las Landas, no busques más: lo tienes en la playa de Navarrosse. Enclavada a orillas del Lago de Biscarrosse (oficialmente Lago de Cazaux-Sanguinet), la playa destaca por su amplitud, su arena fina y sus aguas cálidas, claras y poco profundas, así como por sus zonas de sombra. Es la playa perfecta para las familias y los amantes del farniente.

#10 - La Mailloueyre
La Reserva Biológica de Mailloueyre, enclave Natura 2000, es un paraje poco conocido. Entre Mimizan y Lit-et-Mixe, esta reserva esconde muchas sorpresas. Allí encontrarás: una senda de interpretación, un observatorio con vistas a una laguna a pie de duna, decenas de cabañas de madera en un paisaje único y, en la playa, los restos del famoso carguero griego, el Virgo. Un lugar de visita obligada en la costa norte de las Landas.
