A pocos kilómetros de la costa, Linxe y Castets son dos destinos verdes muy arraigados a su tierra y a sus tradiciones, en medio de una naturaleza exuberante entre bosques y arroyos, que se deja  descubrir a través del circuito peatonal Binaou o la ruta en bicicleta Lou Camin de Hè. En Linxe se encuentra también el Château Belle Époque, construido en el siglo XVIII, para una pausa mágica y tranquila. En Castets, tomando el Circuito del Patrimonio, podrás admirar la gigantesca secuoya plantada frente al ayuntamiento y declarada Árbol Destacado de Francia. También es posible descender el río Palue en piragua o kayak o caminar por las sendas que atraviesan el inmenso término municipal.